viernes, 27 de noviembre de 2015

Piercing tragus

Los piercings llamados tragus son perforaciones que se realizan delante del conducto auditivo externo, en la parte saliente de la oreja que justamente lleva ese mismo nombre. Se trata de una perforación que se hace con una aguja fina y hueca, donde se colocan joyas que suelen ser pequeñas en relación con la misma pequeñez de la zona perforada.

No se trata de un piercing muy doloroso, pues se trata de una zona con muy pocas terminaciones nerviosas. Sin embargo, sí se trata de un piercing que resulta considerablemente difícil en cicatrizar. Es más, los cuidados posteriores y el respetar el tiempo de cicatrización se vuelven cuestiones muy importantes en este tipo de perforaciones.

Al hacernos un tragus debemos ser particularmente cuidadosos debido a que, por su ubicación, corren el riesgo de infectarse con mayor facilidad que otros piercings en las orejas.

Los cabellos que lo rozan o los residuos de productos para el cabello pueden generar grandes problemas si el piercing no es desinfectado correctamente durante las mencionadas 18 semanas. Como se trata de una zona muy pequeña de la oreja, la inflamación que generan las infecciones puede provocar que el pendiente quede atrapado en la piel y esto es algo grave que requiere de una cirugía para su solución.

Para evitar todo tipo de complicaciones, los profesionales recomiendan higienizar bien la zona empapándola con suero fisiológico para drenar la herida y luego desinfectarla con agua tibia y jabón neutro, sin tocar costras, enjuagando y secando bien al terminar. 

Teniendo en cuenta esta información y conociendo los cuidados y precauciones que implican este tipo de piercings, podremos estar más atentos y de esa forma lucir este atractivo tipo de piercing sin ningún tipo de problema.









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